Recuerdo que me iba al colegio con mal cuerpo, después de devolver o simplemente me escapaba sin tomarme la leche.
"Esta niña siempre se marea en el coche", decían en mi casa, y es que cuando salíamos de viaje, mi madre compraba leche condensada en tubo para desayunar a medio camino, con lo que sin saberlo me provocaba la consiguiente vomitera posterior, (por el coche, o por la leche condensada en lactosa, o por todo junto).
En uno de esos viajes al pueblo de mi padre en Córdoba, me cogió un dolor tan fuerte en el costado y la barriga que me llevaron corriendo al médico pensándose que sería apendicitis, y cual fue mi sorpresa, cuando previo paso por la pantalla de rayos X, va el médico o practicante del pueblo y suelta, literalmente con su grasia cordobesa: "¡Que lo que tienes que hacer es tirarte muchos pedos, chiquilla!". Yo supongo que me quedé a cuadros y mis padres y abuelos partiéndose de la risa. Esas cosas marcan, jo!!.
Y seguía yo con mis problemas abdominales, flatos, y demás, mientras, como todos los niños, tomaba leche con colacao o "nescuí", nocilla, helados de nata y otras lindezas lácteas para crecer mucho, y es que hasta hace poco no se ha mirado tanto el tema de las alergias e intolerancias alimentarias en los niños, y la leche siempre se ha considerado un alimento básico, y más en la infancia (cosa que creo que es un error, al margen de alergias). ¡Mi madre qué sabía!, con su empeño en alimentarme bien también dañaba mi salud. Tampoco los médicos sabían nada del tema, (y creo que muchos siguen con su ignorancia).
De más mayor pues tuve acné, empecé con alergias varias... hasta que me empecé a preguntar qué pasaría si dejaba de tomar leche, con la consiguiente mejora de todas estas cosas que ya consideraba "normales" en mí desde la infancia.
Cuando empecé a interesarme y estudiar naturopatía, empecé a tomar bebida de soja en vez de leche, pero me dí cuenta de que la leche está camuflada en más alimentos de lo que pensaba, que tienes que leer con lupa las etiquetas y cuando comes fuera preguntar qué llevan las salsas y los postres (a lo que más me cuesta renunciar, pues soy muy golosa).
¿Por qué esta afición del ser humano por la leche?. Somos el único mamífero que sigue mamando en la edad adulta, para colmo de otro animal, la vaca, que genéticamente nada tiene que ver con nosotros. No tiene sentido. Y mientras tanto, la publicidad sigue vendiéndonos sus muchas virtudes y anunciando leches con potingues mil. Muchos intereses de por medio, como siempre, jugando con la salud de las personas. ¡No hay derecho, es la leche!.
2 comentarios:
No sé si conoces el libro de Marvin Harris Bueno para comer . Por si acaso te comento que dedica un capítulo ( Lactófobos y lactófilos) al tema de la leche en la alimentación humana con profundizaciones antropológicas, biológicas e incluso políticas. En él estudia el consumo de la leche en distintas culturas deduciendo que existen grandes áreas de intolerancia a la lactosa que hacen que por ejemplo orientales de ojos oblicuos, amerindios y africanos de raza negra no practiquen absolutamente su consumo. Y narra los problemas que causó la ayuda nortamericana a Brasil cuando invadió el país con 100 millones de toneladas de leche en polvo que acabaron haciendo enfermar a la mayoría de la población pobre y mestiza. Bueno y cien cosas más interesantes. Si no lo conoces te recomiendo vivamente su lectura.
UN saludo
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