Creo que a la mayoría de la gente, en el fondo, le gusta que la engañen.
Que la engañen sutilmente con frases de puro márketing diciendo que tal producto o tal hierba natural (aquí el natural=bueno; ya sabemos que las hierbas son naturales, pero no por ello inofensivas, hay que usarlas, como todo, con conocimiento y medida, que para eso estamos los profesionales), en fin, que les coman el coco diciendo que si se toman esta pastilla, o estas hierbas, se van a adelgazar 10 kg. en un mes (eso sí, comiendo de todo), o les baja el colesterol aunque se pongan moraos de chorizo y morcilla ("luego me tomo mi pastillita", como dicen algunos). ¡No es eso, hombre!, no se trata de tomarse la pastilla y ya está, sin hacer nada y depender toda la vida de un fármaco, pues este es el nefasto márketing de las farmacéuticas, hacer negocio a costa de cronificar enfermedades, y si solo son pequeños trastornos, convertirlos en verdaderas enfermedades y tener enganchada a la gente a su droga milagrosa de por vida.
Somos responsables de nuestra propia salud, y si bien es cierto que las medicinas bien recetadas ayudan, al igual que las plantas medicinales, los suplementos y vitaminas, no dejan de ser un complemento a lo que nosotros hagamos por cambiar nuestros malos hábitos y estilo de vida. Pero esto cuesta, claro, es más fácil creer en la pastilla milagrosa, que me la tomo y no hago nada de mi parte, solo esperar que actúe, que hacer dieta, ejercicio, cambiar maneras de pensar....
Debemos prevenir y cuidar la salud cada día, para tener una buena calidad de vida, y visitar solo lo necesario al médico o la farmacia. Para estar sano, primero hay que sentirse sano y vital.
¡¡Somos lo que comemos!!.... y lo que pensamos!!!.
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