Con la llegada del calor, empieza la temporada de comer tomates del huerto, porque salen para dar y vender y hay que aprovechar la suerte de tenerlos lo más ecológicos posible. Así que día sí y día también: tomate a todas horas y de todas las maneras. A mí, como más me gusta es en salmorejo, espesito, para comérselo mojando sopas de pan o picos, con aceite, jamón..., y de segundo si pueden ser flamenquines, mejor, así parece que esté en Córdoba,¡pero sin tanta calor!, que este año, a pesar de las ganas, por unas cosas o por otras no he ido y se añoran estas cosas del comer y el tapeo.
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1 comentario:
Y puedo dar fe de que esta muy bueno!!!
mmmm!!!
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